Mitocondria
(Síntesis)
Miranda Gálvez Gabriel Vidblain
La
energía que consumimos se metaboliza en forma de calor, mediante la ruta de
termogénesis, divida en termogénesis inducida, cuando se realiza ejercicio y en
termogénesis adaptativa, cuando el organismo da respuesta a estímulos externos,
principalmente a los cambios de temperatura del ambiente, y a estímulos
internos, cuando contraemos una infección, ya sea bacteriana o viral.
Sin
embargo el ayuno, la ingesta de alimentos, el hipotiroidismo y/o el
hipertiroidismo, el consumo de alcohol, los tumores malignos, la hipertermia y
el hipermetabolismo del síndrome de Luft (defecto de acoplamiento entre la
respiración celular y la fosfoliración oxidativa), comprenden situaciones
fisiopatológicas que también intervienen en el proceso de termorregulación.
La
síntesis de proteínas y el mantenimiento de gradientes de sodio y potasio en
las membranas celulares también son procesos termogénicos, ya que están
acoplados a la hidrolisis de ATP.
En
los mamíferos, la energía que se obtiene a partir de la oxidación de carbohidratos,
lípidos y proteínas, produce, en la cadena transportadora de electrones, la
reducción de compuestos, principalmente de NADH y FADH, los cuales, posteriormente,
serán re-oxidados en la membrana mitocondrial interna, generando un gradiente
de protones hacia el espacio intermitocondrial, que la ATPsintetasa retornará
a la matriz.
La
teoría de Mitchell menciona que la pérdida de gradiente de electrones, conocido
también como goteo de protones, induce la generación de calor a partir de la
expresión de proteínas desacopladoras (UPC-1), que funcionan como
transportadores de protones entre el espacio intermitocondrial y la matriz.
En
experimentos con ratas se han identificado nuevas proteínas desacopladoras,
entre las que destacan la UPC-2 y la UPC-3; participando ambas en el control
del gasto energético en diversas células y tejidos, siendo más distintiva la
UPC-3 al inhibir el desarrollo de obesidad en dichos organismos.
A finales
de los 70´s, Bakeeva mostró que las mitocondrias del diafragma de una rata se
encontraban reticuladas y tiempo después, Kayar y otros autores confirmaron la
existencia de estas redes, pero en tejido muscular de caballo; siendo estos
aportes totalmente opuestos a la idea de que su morfología era granulosa y
elíptica (que principalmente poseen las mitocondrias de las células hepáticas).
Actualmente
se han encontrado este tipo de mitocondrias en tejidos de alta demanda
energética, como por ejemplo, en los músculos del diafragma y en el corazón.
Por
otra parte estos descubrimientos revelaron que las mitocondrias tenían la
facultad de moverse a través del citoplasma y la capacidad de interactuar con
otros orgánulos. Así mismo el dinamismo de éstas junto con la acción de proteínas
especificas (mitofusina en mamíferos), les permite llevar a cabo procesos de
fusión y/o fisión entre sí.
Víctor
Skulachev llevó a cabo una serie de experimentos in vivo empleando
microirradiación laser, de manera que al marcar, con sondas, a las mitocondrias
y perforar la membrana de las mismas, pudiera observar el acoplamiento de
energía. Skulachev descubrió que las mitocondrias estaban conectadas y
organizadas a lo largo del citoplasma, proponiendo así La teoría de los cables
transmisores de energí”, donde menciona que la red mitocondrial consume el
oxígeno desde el capilar hasta el sarcolema, generando un gradiente de protones
hacia el retículo mitocondrial, a través de sus filamentos, con el fin de
sintetizar ATP.
Ahora
bien, un defecto en la cadena respiratoria implica un menor consumo de oxígeno
y una menor oxidación de sustrato; un defecto en la oxidación de lípidos
aumentará la cantidad de estos en el cuerpo y junto con el poco o nulo gasto
energético ocasionará problemas de obesidad.
Las
enzimas hexoquinasas y citrato sintetasa juegan un rol muy importante en cuanto
a la sensibilidad, que tiene un organismo, frente a la insulina. Una alteración
entre la capacidad oxidativa mitocondrial y la capacidad glucolítica ocasiona
resistencia a la insulina y consecuentemente provocará diabetes.
Imagen tomada de la Web. Esquema de una mitocondria en la que se señalan sus partes y componentes.
Referencia:
Zorzano
A., D. Bach, S. Pich, M. Palacín. (2004). Papel de nuevas proteínas
mitocondriales en el balance energético. Revista médica de la universidad de
Navarra 28:30-35.
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