Membrana celular
(Síntesis)
Miranda Gálvez Gabriel Vidblain
La
aparición de una membrana biológica dio origen a las primeras formas celulares,
al rodear su citoplasma y al delimitarla del medio; funcionando como una
barrera física altamente selectiva, compuesta principalmente por lípidos,
carbohidratos y proteínas especializadas que varían de acuerdo al tipo celular
que se avoque, siendo así, aunque no lo parezca, una estructura bastante
compleja.
Sin
embargo, no siempre ha existido el modelo que en la actualidad se emplea para
estudiarla, estando en constante cambio a través del tiempo a partir de
la investigación de diversos científicos.
Comenzando
con los estudios de Plinio el Viejo y B. Franklin, al observar la relación
física entre un cuerpo de agua en movimiento y el aceite; la hipótesis del
botánico alemán Pfeffer, que surgiría tras estos estudios, mencionaría la
existencia de una capa protoplásmica con propiedades osmóticas que, años
después, C. Overton retomaría para explicar su método de absorción y excreción
a partir de los “lipoides” (substancias capaces de atravesar la
membrana).
El
científico Irving Langmuir, cerca de 1916, escribiría un artículo acerca de la
dinámica que poseían los fosfolípidos en un cuerpo de agua, describiendo unas
estructuras en contacto con esta (cabezas hidrofílicas) y unas estructuras que
no lo estaban (colas hidrófobicas); siendo estos los pilares para las
investigaciones posteriores de Gorter y Grendel, quienes realizarían los
primeros estudios en membranas biológicas, admitiendo la existencia de una
doble capa de fosfolípidos (bicapa lipídica).
Más
tarde, Kenneth Stewart, especularía que no solo moléculas lipídicas comprendían
la estructura de la membrana celular, sino también moléculas proteicas que,
Danielli y Davson no solo evidenciarían en 1935, sino también describirían en
ellas el transporte facilitado de moléculas. Continuando hacia 1957, el
científico J. Robertson, proponía su modelo unidad de membrana , donde
citaba una bicapa lipídica como filtro de iones y moléculas hidrofílicas que
pronto sería sustituido por el modelo de J. Singler, conocido como “modelo de
mosaico fluido”, donde mencionaba la forma flotante y globular que poseían los
fosfolípidos aglomerados en la doble capa, como si fuese un sándwich.
Este
hecho revelaría para 1988, uno de los últimos estudios de la membrana
biológica, hecho por Simons y van Meer, donde se describiría un nuevo modelo
llamado “microdominios lipídicos”, o bien, “balsas de membrana”, debido a que
las moléculas glicoesfingolípidas se comportaban como balsas en el exterior
de la misma, definiendo así, estructuras heterogéneas, dinámicas, comprendidas
por esteroides y esfingolípidos, y existiendo una bifurcación de balsas
planas (pequeñas y dinámicas) y caveolas (invaginaciones de la
membrana).
Retomando
lo anterior, se puede decir que una bicapa lipídica es una estructura unida por
enlaces covalentes, con la capacidad de cerrarse y abrirse para proteger del
agua a las colas hidrófobicas que yacen en su interior, y con una libertad de
fluidez, determinada por la longitud de la membrana, el grado de instauración
de un ácido graso y las cadenas cortas hidrocarbonadas que posee,
permitiéndole así, funcionar como una barrera permeable.
Por
otra parte, los carbohidratos que conforman las membranas biológicas están
compuestos por cadenas de oligosacáridos unidas a las proteínas y/o lípidos,
mencionados anteriormente, formando compuestos como glicoproteínas y
glucolípidos, respectivamente. La función que desempeñan estas moléculas dentro
de las membranas aún es desconocida para los investigadores, sin embargo, se
cree que poseen propiedades receptoras y sensoriales que les sirven de
reconocimiento, permitiendo a la célula discernir distintos tipos
celulares.
Las
proteínas que citaban Danielli y Davson, repartidas a lo largo de la membrana,
cumplen con la función de transporte de moléculas pequeñas (transporte
facilitado) y pueden clasificarse en proteínas periféricas y proteínas
integrales.
Las
proteínas periféricas son aquellas que se enlazan a las membranas mediante interacciones
polares, frágiles ante un medio salino o a un cambio de pH, mientras que las
proteínas integrales interaccionan con la estructura hidrófobica de la membrana
y la mayoría de ellas se caracterizan por la capacidad de atravesar la bicapa
lipídica, por lo que también son conocidas como proteínas transmembranales y
pueden clasificarse en dos grandes grupos: aquellas que atraviesan la membrana
una sola vez (adheridas a la membrana) y las que la atraviesan varias veces
(ejecutan su función dentro de la membrana).
Por
otra parte, de acuerdo al transporte de moléculas pequeñas, existen proteínas
transportadoras llamadas carriers que poseen en su estructura un sitio
de anclaje para algún soluto específico que requiera atravesar, y los canales
polares de proteínas, llamados propiamente canales que pueden difundir
un soluto en particular (uniporte), dos solutos específicos al mismo tiempo en
una sola dirección (cotransporte), o bien, dos solutos específicos al mismo
tiempo en dirección contraria (antiporte).
De
acuerdo a este tipo de transporte, existe uno pasivo y otro activo.
El primero de ellos alude a la difusión, ya sea facilitada o simple, de un
soluto a partir de su gradiente electroquímico o también de acuerdo a su
concentración; definiendo a la difusión facilitada como el transporte de
moléculas mediante la participación de proteínas y a la difusión simple como el
transporte de moléculas sin la participación de estas.
Por
otra parte, el transporte activo puede definirse como el transporte de
moléculas mediante tres principales sistemas enzimáticos (ATPasas
transportadora de iones); uno de estos es el Na+, K+-ATPasa
que transporta Na+ fuera de la membrana y K- hacia el
interior; el segundo sistema es el Ca+ que únicamente bombea iones
de calcio fuera de la membrana o dentro del retículo endoplásmico y por último
el H+, K- ATPasa, que bombea protones H+ hacia
el exterior y aniones K- hacia el interior.
Para
finalizar, las moléculas de gran tamaño, que las proteínas no pueden
transportar, son segregadas o ingeridas a partir de una exocitosis y
endocitosis, respectivamente; definiendo así a la endocitosis como el proceso
por el cual una molécula del exterior es acoplada al interior de la célula en
forma vesículas a partir de una invaginación de una membrana y viceversa, una
exocitosis se puede definir como la liberación de moléculas atrapadas en una
vesícula fuera del citoplasma. Cuando estas vesículas son de gran tamaño, se
consideran vesículas fagociticas, mientras que si son de menor tamaño, son
denominadas vesículas pinocíticas.
Imagen tomada de la Web. Esquema de la conformación de la memebrana plásmica, principalmente en eucariontes; señalado cada componente presente algunas veces en ella.
Referencias
Arrazola
A. 1994. Biología de la membrana celular En
Nefrología (Vol. XIV: 4), 418-226 pp.
Joglar
C., Mario Q., Eduardo R. y Juan B. 2011.
El desarrollo histórico del modelo científico de la membrana: perspectivas
didácticas (1-12 pp.)
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