LA QUÍMICA DEL COBRE
El cobre, es un elemento
químico de transición de color rojizo, representado por el símbolo Cu, posee un
número atómico de 29. El cobre, junto con la plata y el oro, son elementos con
los que comparte grupo, de hecho se le conoce como familia del cobre y posee un
grupo elementos que se caracterizan por ser elementos buenos conductores de la
electricidad, poseen brillo metálico, son maleables, entre otras
características.
En cuanto a sus propiedades
físicas, podemos destacar que el cobre posee diversas propiedades físicas, que
lo hacen muy utilizado a nivel industrial, convirtiéndose en el tercer metal,
más consumido y utilizado en el mundo, tan sólo por detrás del hierro y del
aluminio. El cobre es detrás de los metales ya mencionados, el elemento
metálico con mayor conductividad eléctrica y térmica.
Ya
sea el cobre, o sus aleaciones en general, poseen una buena maquinabilidad, lo
que significa que son fáciles de mecanizar. Esta es una propiedad que poseen
los materiales para ser mecanizados a través del arranque de viruta de éstos. En
la gran mayoría de los compuestos del cobre, éste presenta una serie de estados
de oxidación generalmente bajos, aunque en su mayor parte posee un número de
oxidación de +2.
Cuando
se expone al aire, su color característico, rojizo salmón, torna violáceo
debido a la formación de un óxido, concretamente el óxido cuproso, que
seguidamente torna oscuro, formándose así el óxido cúprico.
El
cobre es fácilmente atacado por los elementos halógenos, sobre todo cuando hay
presencia de humedad. Cuando no la hay, el cloro y el bromo no le provocan
efecto alguno, y elementos como el flúor, sólo atacan al cobre cuando estos se
encuentran en temperaturas muy altas.
Los
cloruros cuproso y cúprico, se combinan con el oxígeno cuando hay humedad,
provocando la formación de ácido clorhídrico, que provoca manchas suaves de
color verdosas y con textura polvorienta, que no llegan a fijarse en la superficie
de los objetos pero que producen más cloruros de cobre, consiguiendo que se
inicie así un nuevo proceso o ciclo de erosión.
El
cobre es atacado también por los ácidos oxácidos, por lo que éstos suelen ser
utilizados como abrillantadores o decapantes (en el caso del ácido sulfúrico).
El ácido sulfúrico consigue reaccionar con el cobre dando lugar a la producción
de un nuevo sulfuro y agua, el CuS, conocido como covelina, o en el caso de Cu2S,
se le conoce como calcocita, de característico color negro oscuro.
Con
el cobre también se consigue la formación de distintas sales, sales de sulfato
cúprico, que tienen colores en su mayoría verdes y azules. Las sales de cobre
son muy comunes y ampliamente utilizadas en los ánodos que se usan en los
coches como acumuladores de plomo.
Una
de las tareas de un químico es separar un producto deseado de otros productos
de una reacción. Es importante desarrollar destrezas de laboratorio que
permitan llevar a cabo procedimientos de separación y purificación de un
producto con la mayor eficiencia posible.
En
estos experimentos se utilizan los métodos sencillos para separar un sólido
de un líquido, tal como decantación o filtración. Para limpiar las
superficies de objetos de cobre se suele utilizar el ácido cítrico, pues éste
disuelve al cobre, otorgándole un lustre al metal, al formar citrato de cobre.
Referencias: En Química coloreada del cobre (Reporte) que puede ser encontrado en este mismo blog.
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